Salvete omnes!
Ponemos en conocimiento los hechos que nos han obligado a tomar medidas drásticas, a pesar de ser una nación pacífica.
Como todos los presentes sabrán, Midgard posó su mirada sobre nosotros hace un tiempo y aunque después de varias pérdidas, humillaciones y amenazas, zanjamos el asunto cumpliendo nuestra palabra, ha existido desde entonces, una calma tensa que ha saltado por lo aires hoy.
Sin ningún rubor, la flota Confederada compuesta por Midgard y Nordland, ha viajado nada menos que TRES Continentes al este para llegar desde Arcania a Kaleon, sin ninguna comunicación previa. Un poderosa flota compuesta por más de 10 bergantines bien pertrechados, han avanzado sin descanso hasta llegar a la isla de Kelecen. Existiendo dos pasos al continente desde Yssïa, eligieron el que los situaba directamente en nuestra capital y no el acceso libre del norte.
Nuestras leyes, concretamente la Lex X, estipulan claramente que no se pueden atravesar las aguas jurisdiccionales de Kambria sin consentimiento. Debemos suponer que tal flota, no veía a traernos flores ni regalos. Pero para mayor certeza, ayer los barcos de la mencionada flota se dispusieron en formación de batalla.
Midgard era consciente de la amenaza que estaba causando y de forma disuasiva, nuestra flota ha tenido que ponerse a punto de forma precipitada, para este enfrentamiento inevitable, cuando hubiéramos preferido invertir esos recursos en otros asuntos pacíficos.
Al alba, el Senado de Kambria ha dado la orden de atacar la avanzadilla de la flota Confederada, eliminando la amenaza por completo. No somos tan ingenuos de quedarnos de brazos cruzados esperando la destrucción de nuestra flota y el ataque a nuestra capital. Expuesto esto, solicitamos:
A Midgard y Nordland: que retiren de inmediato su flota Confederada de Kaleon.
A todas las naciones que todavía sean independientes, soberanas y crean en la justicia y la paz. Solicitamos ser asistidos en este conflicto. Primeramente para mediar y evitar un derramamiento de sangre mayor. Pero si ello no es posible, no por nuestra parte, pedimos vuestra ayuda para que otra nación caiga bajo el yugo de Midgard. La próxima podría ser la vuestra.
Al Imperio: que tan hipócritamente actúa, haciendo oídos sordos de nuestras constantes advertencias y avisos, suponemos que una vez más, os quedaréis con los brazos cruzados. Vuestra postura no es de no intromisión, sino de colaboración con los planes de Midgard.
¡Que los Dioses nos sean propicios!